La Fiesta de los ‘Maios’ regresó a Villafranca del Bierzo a cumplir con la tradición ancestral que marca el 'florecer' de las cosechas y despertar del campo como referencia para El Bierzo,
Desde la organización resaltaron que “no es un año cualquiera, acabamos de de pasar la factura de la pandemia, nuestro maio va a respirar por fin sin mascarilla. Constancia queda como una marca para el futuro del tiempo pasado”.
Con la salida del sol, los jóvenes maios se empezaron a vestir con las “cañaveiras” en las zonas habituales de O campo da Galiña, As Veigas Altas, O Socubo y A Cábila, para dar después 'paso' a las calles de la villa pidiendo castañas maias a los pies de los balcones, de puerta en puerta, cantando a los maios al son de las coplas tradicionales y la antigua melodía siempre con el sonido de la gaita en el aire.
Esta festividad, declarada de Interés Turístico Provincial, tiene su origen en un ritual ancestral de culto al mundo natural y para ello los niños (y algunos adultos) de la localidad se visten de ‘árboles andantes’ con ‘cañaveiras’ y flores. Al ritmo de la Escola de Gaitas -y acompañados por el resto de vecinos y curiosos que quieren apreciar esta celebración- los ‘maios’ salen de distintos puntos de la Villa.
Como culmen de la celebración, en la plaza Mayor se levantaron todos los maios para despedir al ‘Burro do Inverno’ que han quemado la noche anterior.
Y así, el himno “levántate maio, bastante durmiche, pasou un burro e non o sentiche” sirvió para dejar atrás un tiempo en oscuro.
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