El concepto violencia obstétrica pone el foco como causa en quienes asisten a la mujer en ese momento y la definición del concepto pertenece a la ONU. Algunos países, como Argentina, Venezuela o México, la han incluido en sus legislaciones.
El Ministerio de Igualdad, incluirá el reconocimiento de la “violencia obstétrica”, así como el derecho de la mujer a elegir el método para abortar. Concretamente, esta violencia ocurre cuando el personal de salud practica cesáreas y episiotomías en exceso sin indicación clínica que las justifique, se niega a atender una emergencia obstétrica, acelera el proceso de parto sin justificación o coloca métodos anticonceptivos sin consentimiento informado.
La violencia obstétrica también sucede cuando el personal de salud grita o regaña durante el parto, usa lenguaje ofensivo, humillante o sarcástico, tiene conductas discriminatorias, no informa oportunamente sobre el proceso reproductivo y brinda un trato deshumanizado.
El objetivo es recordar el alumbramiento como un instante mágico de la vida de una pareja y una madre sin llegar a convertirse en un hecho traumático.