Fue de los primeros en comenzar en los últimos días de agosto, con las uvas que irán a los futuros Xamprada y Biermú, y ahora, después de una vendimia en la que se han recogido 135.000 kg de uva, pone el ramo en el último remolque, una tradición que anuncia el final de la vendimia.
El año pasado la meteorología produjo una merma histórica en los pagos de Canedo y Campelo, donde están los viñedos del Palacio, pero este año se produjo más cantidad y a pesar de que el calor del verano ralentizó la recogida dará a luz una cosecha "de las de recordar".
En los depósitos el mosto que va más adelantado es, como siempre, el Maceración Carbónica de Prada, un vino joven elaborado con raspón que muestra una mencía en "su máximo esplendor por la buena maduración y el potencial aromático que el calor del verano ha aportado".
El estreno será el segundo sábado de noviembre, el día 8, en lo que será la XXI edición de la Fiesta del Vino Nuevo. En breve saldrán a la venta las entradas que, en los tres últimos años, han colgado el cartel de todo vendido.
La fiesta del Maceración, además de un evento "para pasarlo bien", es la prueba de fuego del primer mencía del año. Es cuando los aficionados al mundo del vino pueden ver claramente hacia dónde apuntan los vinos de la cosecha 2025.
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