La dirección de Forestalia ha despejado todas las dudas sobre el futuro de la central de producción de energía por biomasa de Cubillos del Sil al asegurar que "no hay intención alguna de desprenderse de la planta". La instalación, ubicada en el Polígono Industrial El Bayo, seguirá siendo gestionada por el grupo aragonés, que reconoce, eso sí, la existencia de ofertas de otras empresas interesadas en hacerse con el mando de la central.
Desde Forestalia subrayan que, pese a que a comienzos de este año se puso a la venta el 85% de su participación en la planta, que gestiona junto a la Junta de Castilla y León a través de la empresa pública Somacyl, titular del 15% restante, la continuidad del proyecto está plenamente garantizada. «La planta sigue adelante y Forestalia como tal va a seguir en ella», remarcan fuentes de la compañía.
La actividad retoma la normalidad tras el ERE
La central volvió a estar en funcionamiento la pasada semana con una treintena de trabajadores ya en sus puestos, tras el ERE anunciado en septiembre por Acciona Industrial y después del preacuerdo alcanzado y firmado este jueves. Desde este viernes operan ya unos 30 empleados, y está previsto que la próxima semana se incorporen alrededor de una decena más.
Desde el sindicato FICA-UGT, su responsable en Castilla y León, Jorge Díaz, lamentó hace unos días que finalmente no se haya logrado la subrogación automática de la plantilla con la nueva empresa operadora, aunque ha valorado de forma positiva que hasta 60 trabajadores, entre los de Acciona y los de la empresa de Caldererías, puedan llegar a estar en la planta cuando alcance su máximo rendimiento.
Desde este mes, los trabajadores podrán optar a ser contratados por CESE, la nueva compañía adjudicataria designada por Somacyl para operar la central. Estas contrataciones no se realizarán bajo el régimen de subrogación, circunstancia que llevó a la plantilla a decantarse por las indemnizaciones pactadas.
Los 47 trabajadores de Acciona que operaban en la central respaldaron el acuerdo con 33 votos a favor y 8 en contra, tras un mes de incertidumbre provocado por la ruptura unilateral del contrato por parte de la empresa. El pacto incluye una indemnización de 27 días por año trabajado para cada empleado y la recolocación en otros centros de trabajo para los tres trabajadores que lo solicitaron, con destino en Bilbao, Guadalajara y Madrid.
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