Según explica Pablo Ménguez, presidente del comité de empresa y responsable de Minería de FI-USO, hay un plazo de 10 días para presentar alegaciones, una vez finalizado, el juez decidirá si se hace una liquidación con continuidad o con cese de actividad. Por el momento, los trabajadores continúan explotando la mina de Cerredo.
En cuanto a los salarios que pagar, y ya que son anteriores al concurso de acreedores, Ménguez entiende que "alguien se tiene que hacer cargo de la deuda contraída con los empleados". El futuro se presenta incierto. Ménguez se muestra cauto aunque no descarta que a la empresa le pueda salir "alguna novia". "Debido a la situación actual del sector lo vemos complicado pero no quita para que alguien plantee alguna oferta".