El ciberestafador berciano Lupín condenado en Donostia por la venta fraudulenta de una PS4

El mayor ciberestafador de la historia de España, Jordi Arias Fernández, 'Lupin', nacido en Ponferrada ha sido condenado este jueves San Sebastián por una presunta estafa perpetrada contra un ciudadano

18 de Enero de 2024
Actualizado: 18 de Enero de 2024 a las 12:35
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El ciberestafador berciano Lupin vuelve al banquillo en San Sebastián por un caso de 2017
El ciberestafador berciano Lupin vuelve al banquillo en San Sebastián por un caso de 2017

El mayor ciberestafador de la historia de España, Jordi Arias Fernández, 'Lupin', nacido en Ponferrada ha sido condenado este jueves San Sebastián por una presunta estafa perpetrada contra un ciudadano cuyos datos personales (tarjeta de débito, nombres, apellidos, DNI y domicilio) averiguó a través de la compraventa fraudulenta de una videoconsola en internet.

El ciberestafador berciano Lupin vuelve al banquillo en San Sebastián por un caso de 2017
El ciberestafador berciano Lupin vuelve al banquillo en San Sebastián por un caso de 2017

 

La estafa cometida contra un ciudadano guipuzcoano se remonta a octubre de 2017, cuando el acusado puso un anuncio en una página web en el que ofrecía una consola PS4 por 289 euros. La víctima guipuzcoana contactó a través del teléfono de referencia al ver un anuncio publicado sobreuna videoconsola y mantuvo una conversación en la que facilitó datos personales como su nombre, apellidos, DNI, domicilio y el número de su tarjeta de débito.

La resolución judicial, detalla que el estafador le aseguró que el producto llegaría a su casa “en unos pocos días”, a pesar de que sabía que “esto no era cierto” porque conocía “desde un inicio que no iba a enviarle la PS4″.

 

 

“De esta forma -explica el escrito- una vez obtenidos estos datos, el acusado utilizó el DNI y la numeración y códigos de seguridad de la tarjeta sin su consentimiento” para realizar distintas compras en una estación de servicio de Lugo por un importe total de 760,49 euros.

La resolución judicial considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de estafa por el que le impone un año de prisión, si bien la sentencia no es firme ya que puede ser recurrida en apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa.

El mayor ciberestafador de España

Recordemos que agentes de la Policía Nacional detuvieron al acusado de cibertestafa en una discoteca del distrito Centro de Madrid. Los hechos ocurrieron hace un año cuando los agentes localizaron al joven berciano en un local de ocio nocturno de la calle Toledo de la capital. Después de que los agentes confirmaran su identidad, comprobaron que le constaban en vigor ocho reclamaciones judiciales por estafa emitidas por juzgados de Ponferrada, Elche, Guadalajara, Albacete, Cádiz y Madrid, por lo que fue inmediatamente detenido.

Cuando llegó a los calabozos el de Ponferrada pidió el 'habeas corpus', la puesta a disposición inmediata ante el juez, pues consideraba que "no debía estar allí arrestado".

Así, fue trasladado a los juzgados de Plaza de Castilla. El juzgado de guardia, el número 3, y la magistrada que se encontraba allí desestimó su puesta en libertad tras consultar las múltiples causas abiertas de Lupin.

De ese modo, Lupin pasó la noche en los calabozos de Plaza de Castilla hasta que el domingo el juez de guardia decidió mandarse a prisión.

Fuentes jurídicas señalan la actitud tan 'sobrada' del estafador.

Lupin

Arias, nacido en Ponferrada y criado en Cubillos del Sil en el seno de una familia desestructurada. En ocasiones el detenido llegó a ingresar 300.000 euros al mes y contaba con un grupo criminal organizado a sus órdenes, con el que esperaba dar un ‘gran golpe’ en el Black Friday en el que obtener un millón de euros.

Sin formación académica, pero con una mente privilegiadacomenzó muy joven a realizar estafas a través del smartphone de la pareja de su madre y a relacionarse con otros delincuentes. Ingresó en un centro de menores del que escapó y, ya cumplida la mayoría de edad, residió en una prisión del norte de España.

Conocido como Lupin -en honor al personaje de cómic Arsenio Lupin, un ladrón de guante blanco caracterizado por su elegancia-, vivía obsesionado con evitar su captura y para ello llevaba una vida nómada de hotel en hotel y cogía hasta 18 taxis al día para evitar ser rastreado. Aún así, el chico presumía de llevar una vida de lujos y excesos, incluso se grababa a sí mismo sacando dinero en cajeros de las cuentas bancarias de las víctimas y alardeando de las desorbitadas cantidades de billetes que atesoraba.