Consciente de que cerca de 5.000 viviendas de más de 40 años en Ponferrada no han pasado el examen obligatorio de inspección técnica (ITE) que certifica el buen estado de las infraestructuras, (ahora denominado como IEE -Informe de Evaluación de Edificios porque incluye una evalución más detenida), el concejal de Urbanismo, Tulio García, asegura que el Ayuntamiento ya está ultimando un inventario coordinado con un calendario "que estará dividido en zonas del municipio y edades de los edificios para poder iniciar las revisiones de una manera viable y en la que se refleje la fecha en la que se debe realizar la revisión técnica". Será en enero cuando el Consistorio remita a los propietarios de estas viviendas la información necesaria para proceder a la evaluación.
"La idea", dice, "es que trabajemos de forma coordinada con el Instituto de la Construcción de Castilla y León, que gestiona el Observatorio nacional de la ITE, para poner en marcha una herramienta que permita evaluar el grado de avance en las inspecciones". De esta forma, todos los Ayuntamientos de la Comunidad podremos actuar de una manera sincronizada "y haciendo las estadísticas en tiempo real". Precisamente, Tulio señala que esta semana varios técnicos del área asistirán a una asamblea de IEE "para saber cómo se debe proceder a la hora de iniciar este tipo de inspecciones". Cabe recordar que es la primera vez que Ponferrada impulsa una acción de estas características, "algo que consideramos fundamental para evitar desastres como los que han sucedido en otras ciudades españolas", lamenta el edil. La capital berciana "se ha mantenido al margen de la Ley" en este sentido y es muy importante saber que desde que hace 4 años se obliga a los edificios a pasar la considerada como 'ITV' residencial.
Como ejemplo, Tulio recuerda que desde 2008 "León capital se ha convertido en la pionera en este asunto", por lo que "en los próximos meses esperamos poder tener completo el plan para que se puedan empezar a ejecutar las inspecciones a partir de enero". El chequeo de los edificios se realiza, la primera vez, a los 40 años de sus construcción y después cada 10. Se trata de un trabajo que lleva a cabo un técnico cualificado "que está costeado por el propietario del inmueble y que garantiza su buen estado de conservación y mantenimiento". Durante la visita se evalúa el estado de conservación del edificio, la accesibilidad y la eficiencia energética.
Será, concretamente, este técnico "el que haga las consideraciones necesarias para intervenir la residencia en caso necesario", especificó García. En todo caso, el Ayuntamiento espera poder iniciar a finales de año, "como mucho en enero", el envío de trípticos a los domicilios que estén dentro del inventario para informarles de la manera de proceder y cuáles serán los requisitos que deben cumplir para superar esta especie de prueba, "así como los beneficios que supone para los residentes tener un hogar seguro".