El conocido músico berciano Jorge Prada Merayo, natural de Toral de Merayo y residente en el ponferradino barrio de Fuentesnuevas, suma su talento y su granito de arena al confinamiento. Cada noche se asoma a su ventana y deleita a sus vecinos con un 'miniconcierto' de gaita o acordeón, entonando canciones tan míticas como la "Ranxeira" o "A Ponferrada me voy".
Cada día, a las 20:00 horas, el momento que Jorge ha bautizado como la "hora mágica", este músico berciano llena de ritmo y melodía su barrio y arranca una sonrisa a todos sus vecinos. De hecho, todos ellos ya se declaran admiradores de Prada Merayo y se lo demuestran asomándose a su ventana a disfrutar con sus notas musicales, animándose a bailar y cantar y agradeciéndole su gesto con vítores y aplausos. De hecho, sus fans también se encuentran en las redes sociales, donde los vídeos de este berciano se viralizan cada día.
Según explica el protagonista de esta historia, acaba de mudarse a Fuentesnuevas y no conocía mucho a los vecinos. Entonces, cuando les escuchó aplaudir desde sus respectivas viviendas, decidió asomarse, presentarse y contarles a todos que saldría a tocar alguna canción con un instrumento. Al ver que todos se animaron con su iniciativa, decidió seguir haciéndolo cada día, cambiando de instrumento porque, como él mismo dice, "tengo repertorio para rato", aunque espera eso sí que el encierro no dure demasiado. Su objetivo es crear unión en el barrio y animar a todos sus vecinos en esa "hora mágica" que crea una conexión especial entre los ciudadanos de ventana a ventana.
El estado de alarma para frenar la pandemia de Coronavirus mantiene en vilo a todo el país y, en este clima de incertidumbre, son muchos los que hacen un alarde de generosidad y bondad digno de admirar, a fin de animar a todos aquellos que están a su alrededor. Desde los virales aplausos desde la ventana para agradecer la labor de los sanitarios, hasta movimientos vecinales como hacer cantar "A Ponferrada me voy" a todo un bloque o poner la emoción a flor de piel con el himno minero "Santa Bárbara Bendita", pasando por decorar las ventanas de la ciudad con dibujos de arcoíris y mensajes de optimismo. Todo ello, con el fin de recordar a los bercianos que juntos somos más fuertes y poniendo una nota musical a estos días en los que la originalidad no tiene límites.