El presidente de la Junta Vecinal de Fuente de Oliva, Fernando Cerezales, ha salido al paso de las declaraciones del consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, tras la reunión del Consejo de Gobierno del pasado miércoles, donde afirmó que la Junta aplicará la ley frente a la "simpatía" de la Xunta con la anexión a Galicia de la localidad de Fuente de Oliva, perteneciente al municipio berciano de Balboa.
A este respecto, reprocha Cerezales que la respuesta a su solicitud les llegue por parte de la Junta de Castilla y León a través de los medios de comunicación. "En contra de sus afirmaciones de proactividad, respuesta oficial a nuestra petición por escrito no nos consta haber recibido, a menos que la mandara por carretera, porqué así no llega", señala con ironía. Lamenta el presidente de los vecinos de Fuente de Oliva que Ibáñez "se limita a abroncarnos a la pedanía, Ayuntamiento de Balboa y Diputación de León, por montar líos inusitados en la periferia de la Comunidad sin aportar solución. Lejos de arrimar el hombro, lo separa, desentendiéndose de las responsabilidades de gobierno sacudiéndose la culpa".
Apelando a la la ley a la que también hizo referencia el consejero de la Presidencia, esgrime que la ley "nos obliga a pagarles el aprovechamiento de pastos y montes, nos obliga a pagar el IBI de nuestras casas y el impuesto de circulación para llegar hasta ellas, pero las penurias para acceder a sus puertas parece no ser de su incumbencia". Añade con contundencia que "ciertamente, no es que nos queramos ir, es que nos echan. Y sentimos la necesidad de gritarlo antes de que seamos niebla para la prensa y opinión pública, volviendo a ser esa aldea, aunque simpática, habitada por perdedores pueblerinos". Finalmente, emplazan a Ibáñez a que "literalmente, baje al barro. Le invitamos a que a bordo de un vehículo adecuado, visite esta también literal espinosa frontera en Fuente de Oliva, para tomar decisiones in situ y no desde detrás de un atril en Valladolid".
Cabe recordar que el pasado 16 de noviembre este pequeño pueblo del municipio de Balboa copaba titulares por su petición oficial de anexionarse a Galicia, al sentirse "abandonados por Castilla y León" y defendiendo sentirse mucho más 'galegos' que leoneses. La cuestión fue abordada tanto por el Concello de Cervantes (Lugo) como por el Ayuntamiento de Balboa, sin que se llegase a ningún puerto. Aunque el alcalde de Balboa, Juan José López Peña, achacó esta vocación de Fuente de Oliva a la "falta de recursos" para el mundo rural en Castilla y León.
Cuando las aguas parecían haberse calmado, el pasado miércoles el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, afirmaba en una entrevista en el canal de La Voz de Galicia que estaba "dispuesto" a sentarse con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, para abordar la situación. A lo que también añadió que "si quieren ser gallegos al 100%, se pueden venir un poco más para acá". Puso asimismo la puntilla al afirmar que "la zona del Bierzo, Lugo y Ourense tienen una proximidad y una afinidad que la raya administrativa ha impedido que estemos dentro de la misma Comunidad Autónoma".
A estas declaraciones respondía ayer el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, tras la reunión del Consejo de Gobierno, advirtiendo que el Gobierno autonómico seguirá el “cauce ordinario” con la decisión de esta población berciana de iniciar el procedimiento para pasar a depender de la Xunta de Galicia. El consejero indicó que han sido “proactivos” y que han remitido escritos a las entidades afectadas.
Asimismo, el titular de la Presidencia afirmó que al parecer el “desapego” con la Comunidad viene motivado por la demanda de infraestructuras que dependen de la Diputación Provincial de León. Por ello, indicó que están a la espera de recibir contestación para, a partir de ahí, “operar en consecuencia” de acuerdo a la ley, más allá de la “simpatía” que pueda despertar en Galicia la decisión de la población berciana.