Los regantes del Canal Bajo del Bierzo aprueban la modernización del regadío y dan el primer paso para una obra que vertebraría Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo

Los Ayuntamientos de Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo deberán solicitar ahora la concentración parcelaria

02 de Septiembre de 2018
Actualizado: 06 de Septiembre de 2018 a las 09:55
regantes635

La Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Bierzo ha votado este domingo en Junta Extraordinaria sí a la modernización del regadío, con 422 votos a favor y 180 en contra. La reunión, que se ha extendido durante cinco horas, se ha celebrado en el IES Virgen de la Encina de Ponferrada.

Esta aprobación ratifica el acuerdo votado (sin carácter vinculante) en el mes de abril, que arrojó un resultado de 270 a favor y 90 en contra.

Una vez aprobada la modernización, el siguiente paso es que los Ayuntamientos de Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo -los que comprende el ámbito territorial del Canal Bajo- soliciten la concentración parcelaria o reordenación del territorio.

Precisamente esta es la justificación de los contrarios a la modernización del regadío, ya que este tiene que pasar a la fuerza por un proceso de concentración parcelaria que, en principio, excluiría a una importante franja de localidades como San Andrés de Montejos, Columbrianos, Fuentesnuevas y Toral de Merayo (todas estas pertenecientes al municipio de Ponferrada), así como parte de Camponaraya y Narayola. El motivo de exclusión sería que al estar edificados algunos terreros, "sería imposible la concentración parcelaria y estas localidades no podrían beneficiarse de las obras de mejora aunque sí pagarían por ellas", explicó el pasado mes de abril el exsíndico de Fuentesnuevas, José Antonio Rodríguez Quindós.

El proyecto de modernización contempla una inversión de 57 millones de euros. Los regantes deberán aportar el 25% y el resto se financiará con los fondos Europeos Feader y con las ayudas de la Junta de Castilla y León.

La modernización supondría además, si se mantiene el proyecto de intervención inicial, el soterramiento del canal a su paso por populosos barrios como Compostilla y Cuatrovientos, aunque precisamente este punto distanció a regantes y ayuntamientos del acuerdo sobre el peso que debía acarrear cada parte en la financiación, lo que imposibilitó que se aprovecharan fondos europeos reservados a dicho proyecto en el plan de 2013.