«A entrenador nuevo, victoria segura» es el dicho tradicional que la Deportiva Ponferradina tratará de hacer bueno desde las 20:00 horas de este sábado frente al Arenas. Su nuevo técnico, Mehdi Nafti, debuta al frente del conjunto berciano al calor de su gente, en El Toralín, donde espera conseguir una victoria que lo saque de la complicada situación clasificatoria en la que se encuentra después de encadenar tres partidos sin ganar con Fernando Estévez como técnico.
De hecho, apenas aventaja en un punto a su próximo rival, el Arenas, que marca la zona de descenso a Segunda Federación. Por ello, el club blanquiazul ha decidido dar un giro de timón en busca de un salto clasificatorio y a pesar de que la inercia de juego era bastante mejor en las últimas semanas. En este sentido, es incierta la respuesta que pueda tener la grada del Toralín, siempre juez, que parecía estar del lado del técnico granadino en las últimas semanas. Veremos…
La otra incógnita, la posible alineación por la que apueste el técnico franco-tunecino, que apenas lleva tres días trabajando con el equipo. No suelen ser muy drásticos en estos casos los recién llegados, pero las opciones están ahí. De hecho, quién sabe si podría volver Andrés Prieto a la portería a pesar del extraordinario rendimiento de Ángel. Otras dudas están en la defensa, con la posibilidad de jugar con cinco jugadores. En el centro del campo, sin embargo, no hay mucho margen, pero sí opciones en la delantera con la posible vuelta de Sergio Benito.
Nafti quiere que el equipo sea capaz de «dar buena imagen»
En este sentido, asume Nafti que al haber un nuevo entrenador «todos quieren estar». «Todo el mundo quiere empezar con buen pie», argumentó el preparador deportivista, que explicó que la decisión sobre Sergio Benito se tomará el mismo sábado. Sobre Pau Ferrer y Fede San Emeterio, explicó que «estarán en Copa si todo va bien», mientras que el debate en la portería está «pendiente» de una charla con los dos candidatos. «En los próximos cinco días los dos van a jugar», zanjó.
De hecho, la idea del adiestrador blanquiazul es «sumar a los jugadores a la causa, que todos se sientan importantes», pero sobre todo «que tengan claro el plan de partido». Sin embargo, aclaró que el objetivo no es simplemente mejorar, sino que «se adapten» a lo que les proponen. «Quiero dar buena imagen», recalcó Nafti, que pidió «un equipo intenso, rocoso, pícaro, que corre, atrevido. Que el equipo tenga señas de identidad», subrayó el preparador blanquiazul, que pidió a sus jugadores «que no tengan miedo al fallo».
El rival, un equipo «presionante, agresivo y que intenta jugar en campo contrario»
Por su parte, el Arenas afronta la cita aún más exigido que la escuadra ponferradina, ya que abre la zona de peligro. Apenas un punto, en el campo del Avilés, ha sacado a domicilio el cuadro vizcaíno, que no conoce la victoria en las dos últimas jornadas y cayó eliminado de la Copa del Rey a manos del Numancia, que compite en Segunda Federación. Es un equipo muy duro en su campo, donde apenas ha ganado el líder, el Tenerife, en la última jornada, eso sí por goleada (1-4).
Su entrenador, Jon Erice, afronta el choque «con máxima ilusión. Son todo alicientes positivos para que hagamos un gran partido», recalcó el técnico, que añadió que no se verá condicionado por el cambio de entrenador. «Me condiciona en la incertidumbre de saber qué nos vamos a encontrar», puntualizó el navarro, que tiene claro que deberá plantear el duelo «exactamente igual. Nuestra mejor versión se da cuando somos un equipo presionante, agresivo hacia arriba y que intenta jugar en campo contrario», rubricó.
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