Aunque parece más que probable que la central permanezca apagada, no se puede saber con exactitud si será el final del carbón puesto que todavía quedan 25.000 toneladas de lignito en la campa de la térmica. Según defiende Endesa, esta cantidad -que daría para unos cinco días de actividad puntuales o ininterrumpidos- se quemará hasta el 30 de junio de 2020, cuando se produzca el cierre definitivo de la Central Térmica. Endesa insiste en que la planta andorrana estará disponible hasta esa fecha, de modo que, en el momento en el que la demanda energética lo requiera, se conectaría al sistema y comenzaría a producir con el carbón acopiado.
El sucesivo cierre de las térmicas se debe al objetivo de la UE de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y con ello frenar el cambio climático. El organismo europeo tomó la decisión en diciembre de 2018 de poner fin a las ayudas que recibían las centrales térmicas en funcionamiento por la quema de carbón, estableciendo como fecha límite para percibir los subsidios el 2025. En concreto, la UE dispuso que solo continuarían recibiendo ayudas las centrales que generasen menos de 550 gramos de CO2 por kilowatio-hora de electricidad (Compostilla genera con más de mil). A raíz de esta normativa, las compañías eléctricas tuvieron que enfrentarse a un problema que solo tenía dos soluciones: fijar el cierre de las térmicas con su correspondiente plan de futuro social o realizar las inversiones necesarias en cada planta para cumplir los requisitos de emisiones solicitados por la UE.
En esta línea, la central térmica de Compostilla II, icono de la minería y el carbón en la Comarca del Bierzo, pondrá fin a su actividad el próximo 30 de junio de 2020. En los planes de la eléctrica también está el cierre de la térmica de La Coruña (As Pontes) y la de Almería (Carboneras), tras aprobar las inversiones necesarias para adaptarlas a la normativa europea para poder seguir funcionando. Entre medias se sitúa la central de Es Murterar (Mallorca), que adaptará la mitad de sus instalaciones para seguir activa hasta 2025.
Transición Energética Justa
El nuevo Plan de Inversiones Europeo destinará 7.500 millones de euros para llevar a cabo una Transición Energética Justa en Europa. España recibirá alrededor de 307 millones, lo que le sitúa en octavo lugar. Los países que se verán mejor beneficiados con el llamado Fondo de Transición Justa, serán Polonia con 2.000 millones y Alemania con 877, “una distribución poco equitativa”, según señaló la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González.
Por su parte, el vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, asistió al pleno inaugural del nuevo mandato del Comité Europeo de las Regiones para el periodo 2020-2025 celebrado esta semana en Bruselas y destacó, en colaboración con los gobiernos autonómicos de Asturias y Aragón, que se seguirá trabajando a nivel europeo para que los criterios de reparto de los fondos de transición justa contemplen la llegada de recursos a Castilla y León. Francisco Igea asiste esta tarde al debate dedicado a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, en el que intervendrá la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Democracia y Demografía, Dubravka Suica, que mañana realizará una visita institucional a Castilla y León.