Los bufones de Pría son una de las maravillas naturales más espectaculares que nos ofrece Asturias. En la costa de Llanes podemos admirar estas particulares chimeneas que expulsan agua a presión como si de un géiser se tratara, provocando un característico sonido, un silvido o un bufido, que es lo que da nombre a esta formación.
Los bufones son grietas y chimeneas abiertas en la roca del acantilado, conectadas con simas marinas por las que las olas del mar empujan el agua con gran fuerza, formando en la superficie surtidores de agua pulverizada visibles desde el exterior y que pueden alcanzar más de veinte metros de altura. Un curioso espectáculo que se activa cuando sube la marea y hay oleaje.
Hay que tener en cuenta que los bufones pueden resultar muy peligrosos y es muy importante guardar cierta distancia de la boca del bufón, debido a que el agua puede salir inesperadamente y a mucha presión, arrastrando piedras, madera, algas... Tampoco es conveniente asomarse al acantilado porque al ser un suelo agrietado, podría ceder en cualquier momento.
La época del año en que podemos disfrutar de esta experiencia es otoño e invierno, así los veremos en todo su esplendor y con menos curiosos, lo que aporta a la visita más valor si cabe. Si quieres quedarte atónito con estos grandes surtidores de agua salada, lo ideal es que busques un día en que el mar esté revuelto y la bandera roja ondee las playas cercanas porque, aunque es en temporada invernal cuando se generan las condiciones más favorables, en realidad pueden surgir en cualquier época del año.
La costa de Llanes está repleta de lugares absolutamente mágicos como los bufones y los acantilados. Otro de los indispensables es la curiosa playa de Gulpiyuri , a menos de 10 kilómetros de distancia.
Asturias no deja de sorprendernos con sus maravillas de la naturaleza que merece la pena visitar.
