En una ciudad como Ponferrada algo está cambiando en la cotidianidad. No se nota de forma estridente, pero sí en pequeñas pulsaciones: más cafeteras, más latas, más envases saliendo de máquinas automáticas. En los últimos años, la presencia de máquinas expendedoras de café, snacks, bebidas y otros productos se ha multiplicado. Operadores locales como Cafematic Bergidum o Ponfematic, junto con otras empresas de vending, han convertido espacios públicos, residenciales y zonas de paso, en puntos de venta automáticos.
Ya no hay que depender del bar de turno, del quiosco abierto o de la tienda del barrio. Ahora, un café, una bebida fría o un snack pueden comprarse a cualquier hora, en plena madrugada o durante un descanso, sin personal, sin colas, sin horarios. Para quien instala y mantiene las máquinas, la apuesta tiene sentido económico: mantenimiento y reposición de una manera más sencilla que una tienda física, costes contenidos y explotación flexible.
De máquinas frías o cafés a “hamburguesas calientes”
Si antiguamente era habitual encontrar en las máquinas refrescos o café, como las que todavía se encuentran en la Avenida de Huertas del Sacramento o en la zona del intercambiador, hoy en día este abanico se ha ampliado. No es extraño toparse con máquinas que ofrecen comidas rápidas calientes como pizzas, hamburguesas o incluso kebabs, 'platos' listos para ser consumidos al instante, casi como si salieran de una cocina. Un ejemplo de este tipo de máquinas se encuentra en la calle Alfonso X El Sabio, una ubicación estratégica al encontrarse al lado de un colegio y cerca de una zona de afluencia como el Mercado de Abastos. Este fenómeno recalca algo más que comodidad y es que responde a un nuevo ritmo de vida, más flexible, más móvil, más nocturno.
Para muchos trabajadores, estudiantes, o viajeros, ese alimento recién “calentado” al momento supone un alivio. Y para quienes gestionan las máquinas, implica una oportunidad de negocio, productos de más margen, mayor demanda y de rotación constante.
Así, espacios antes pensados como “un rincón para un café” se transforman en pequeños puntos de venta alimenticios, siempre disponibles.
En Ponferrada, podemos encontrar diversas ubicaciones para máquinas expendedoras: la calle Alfonso X El Sabio, la zona del intercambiador de autobuses, en la Avenida de Huertas del Sacramento, la estación de autobuses, la calle Mateo Garza... Además, antiguos locales como los tradicionales quioscos también han visto como tras su cierre, han sido sustituidos por máquinas expendedoras. Este es el caso del quiosco ubicado en la calle General Vives, frente a la rotonda del Cine, en la entrada a Ponferrada.
Cambio en el mapa urbano de consumo
Este crecimiento del vending cambia el paisaje urbano y los hábitos de consumo. Para muchos barrios de Ponferrada, supone cambios en la accesibilidad al contar con opciones de compra fuera de los horarios tradicionales, especialmente para quienes trabajan de noche, tienen poco tiempo o viven alejados de centros comerciales.
La comodidad es evidente y esa disponibilidad permanente se ajusta a los tiempos actuales, donde la inmediatez y la flexibilidad dominan el día a día.
Pero este cambio también plantea tensiones. El predominio de máquinas que venden snacks, bebidas frías o calientes, comidas rápidas (productos que suelen ser procesados o poco saludables) abre dudas sobre el impacto en la alimentación, especialmente si esta modalidad sustituye a opciones más equilibradas.
Además, la proliferación de máquinas automáticas pone en entredicho al comercio tradicional. Bares, tiendas de barrio o pequeños comercios podrían resentirse ante la inmediatez y bajo coste del vending.
Una ventana hacia el futuro
En Ponferrada, el vending representa una triple promesa: conveniencia para quienes consumen, una oportunidad para quienes instalan y gestionan las máquinas y una forma práctica de dar servicios de consumo dentro de la ciudad sin necesidad de abrir un establecimiento comercial.
Mientras muchas máquinas depositan cafés, bebidas o snacks a toda hora, es probable que, poco a poco, transforme no solo la forma de comprar, sino nuestra forma de vivir al cambiar cuándo comemos, qué comemos y dónde comemos.
Facturación del sector vending en España
Este fenómeno local no surge de la nada, responde a una tendencia de fondo a nivel nacional. El sector del vending en España registró en 2024 una facturación de 2.775 millones de euros, un 6,1 % más que el año anterior.
Las máquinas de alimentación y bebidas generaron 1.375 millones de esos ingresos, impulsadas sobre todo por el auge de las máquinas de bebidas calientes y de alimentos sólidos o mixtos con un crecimiento de entre el 8 y el 9 %.
Según el informe, el parque operativo de máquinas de comida y bebida supera las 390.000 unidades. Un volumen importante, que permite suponer que una parte de ese crecimiento se refleja en ciudades de un tamaño como Ponferrada.
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