La víspera de Halloween ha traído una visita inesperada -y ya conocida- al Alto Sil. Posiblemente por su tamaño el mismo ejemplar de oso pardo que el pasado 9 de octubre fue grabado en una finca privada de Páramo del Sil ha vuelto a dejarse ver en el mismo lugar, donde campó a sus anchas en busca de comida antes de marcharse sin causar daños. El suceso, captado nuevamente en vídeo por los vecinos, reaviva la atención sobre la presencia del plantígrado en zonas próximas a los núcleos habitados.
La presencia del oso pardo en áreas humanizadas vuelve a ser noticia en el Alto Sil. En las últimas horas, un ejemplar fue grabado mientras superaba la verja de una finca particular en Páramo del Sil, donde ya se había adentrado semanas atrás, probablemente atraído por restos de fruta o alimento. Según han confirmado fuentes vecinales, el animal no causó destrozos significativos y abandonó la zona por su propio pie.
El episodio se produce apenas tres semanas después del primer avistamiento, que ya fue comunicado a los técnicos de la Junta de Castilla y León, encargados del seguimiento y control de la población osera en la comarca. En la reunión mantenida recientemente con el consejero de Medio Ambiente, se repasaron los avances del programa de monitorización, que desde 2021 ha permitido capturar y marcar con GPS a 31 ejemplares en la montaña leonesa, ocho de ellos en la actual temporada.
Solo este verano, la Junta ha instalado 20 trampas en el Alto Sil para facilitar las capturas seguras y reforzar el estudio de los movimientos de la especie. Además, se han distribuido 15 pastores eléctricos entre vecinos y ganaderos y se trabaja en una red de cubrecontenedores de basura en zonas críticas de Laciana y el Alto Sil, que se ampliará próximamente a otros municipios.
Las autoridades insisten en que el oso pardo sigue siendo un animal salvaje e imprevisible, pese a su creciente presencia en zonas habitadas, y recuerdan la importancia de no dejar restos de comida ni basura accesible para evitar que los ejemplares asocien el entorno humano a una fuente de alimento.
La “visita de Halloween” del oso de Páramo del Sil ha despertado curiosidad entre los vecinos y las redes sociales, pero también refuerza el mensaje de prudencia y respeto hacia una especie protegida que sigue consolidando su expansión en el noroeste leonés.
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