En menos de un mes los vecinos de Toral de Merayo han comprobado que la millonaria obra del nuevo acceso, no ha resuelto el problema para el que fue ejecutado.
La crecida y suelta de agua del Sil ha vuelto a provocar que el río 'salte' sobre la calzada y obligue a cerrar la carretera y el nuevo puente. Este acceso por la avenida de Portugal queda una vez más bloqueado por unas horas y los vecinos tienen que utilizar la alternativa de Villalibre y N-536, teniendo que recorrer una decena más de kilómetros.
La inversión para el nuevo puente, superior al millón de euros, que proyectaron Confederación Hidrográfica y Ayuntamiento no resuelve por tanto los problemás con el Sil. La alcaldesa, Gloria Merayo, ya anunció la pasada semana que el consistorio buscará con el organismo de cuenca fondos europeos para intervenir en toda la carretera a fin de elevarla en forma de viaducto para salvar el desborde del cauce, tal como pedían los vecinos, quienes además han denunciado públicamente que Confederación abrió en la obra del dique del Sil un segundo brazo que provoca que el agua inunde más aún la carretera.