Miranda da así la razón a la asociación de vecinos El Castro de Toral de Merayo, quienes después de la primera inundación del puente ya denunciaron públicamente que Confederación abrió para la obra un segundo brazo que provoca que el agua inunde más aún la carretera. “Creo que los vecinos tienen razón”, ha admitido el concejal, que ha explicado que “cuando se hizo la obra, se desvió el río y ahora habría que encauzarlo de nuevo”.
Este jueves, la crecida del Sil ha vuelto a provocar que el río salte sobre la calzada y obligue a cerrar la carretera y el nuevo puente. “El problema es que las riadas han arrastrado troncos y maderas que hacen de presa, de manera que si el agua no puede pasar por abajo, pasa por arriba”, ha explicado Miranda.
El concejal de Seguridad de Ponferrada, Ricardo Miranda / Foto: Víctor Alón